29.10.11

nada

nada se puede volver tan oscuro como aquello que alguna vez ocultaste con tu sábana mientras dormías...
el corazón puede estar descubierto si tu miedo no lo paraliza.
nadie puede ver más allá de lo que vos querés mostrar, aquello que dejás descifrar
todo se vuelve más claro cuando levantas la mirada y la sábana cae...
tus miedos dejan de existir cuando podés ver la luz que asoma y no hay ninguna sombra que logre ocultarla
nada se puede sentir tan feo como vivir oculta bajo tu cama, asomando sólo tu mejor sonrisa
no hay cielo que se pueda volver tan gris si vos intentas prender el sol en tu vida
cada estrella en el cielo parece darle más luz a esa habitación tan fría que te esconde, que te encierra


5.10.11

¿...diferentes o indiferentes...?

No sólo que no es cierto que hay niños que no tienen arreglo...
sino que también es cierto que no hay arreglo para quienes creen inútil tratarlos...
Estoy segura de que no hay trato para los que intentan esquivarlos...
como tampoco se puede esquivar aquello tan bello que tiene el jugar...
No existe juego que no tenga diferencia...
como tampoco existe diferencia que se pueda asimilar sin juego...
Pero esto no es un juego, esto es real
Es una realidad que nos toma de imprevisto a veces...
y nos sorprende con su mejor sonrisa otras tantas.
No hay nadie que pueda diferenciarlos tanto o más que aquél que se cree superior a esa belleza imponente...
Sus rostros no esconden una diferencia mayor que la que le otorga un resto.
Porque si ellos son diferentes es por la indiferencia que nosotros mismos les atribuimos...
Y es en esa similitud que se vuelven tan superiores a mí...
Me muestran esa majestuosidad que tienen al mirar...
Esa alegría que renace desde su mismo ser.
Lo que ellos necesitan es la mirada...una mirada que lo guíe a mirar al cielo sin cegarlos...
Ese cielo que los mandó para suavizar las manos de tantos otros que no saben siquiera saludar
Dándoles una certeza de que no todo va a permanecer igual...Algo va a cambiar...
Y eso que parecía imposible va a mostrar su mejor color...
Un color casi rojo como el río que corre sin final.
Casi tan suave como esa melodía que no se escucha.
Casi tan preciosa como esa flor que es imposible de nombrar.
Y casi tan única como esa personita a la que Dios decidió crear para mostrarnos que aún puede existir la pureza y el amor en un solo ser.