3.6.15

Verborragia

"La televisión es basura" escucho decir por ahí. Pero si la televisión sobrevive así es porque una sociedad entera la alimenta. 
"¡Cuántos asesinos y golpeadores sueltos!" dicen todos.  Pero seguimos manteniendo con vida el sonido de las bocinas y de las "malas palabras" al instante que algo no sale como planeamos. 

(Y si un niño dice una mala palabra lo retamos, le decimos que no lo diga, que no se puede, que es cosa de grandes...¿Cuándo vamos a entender que más se aprende con el ejemplo que con la palabra?) 
No podemos convivir ni siquiera con nosotros mismos. Ni con nuestra propia violencia. Nos aburre cómo somos... pero seguimos alimentando esa rutina porque "todos lo hacen".
Nos quejamos de las canciones con letras humillantes o verborrágicamente groseras. Pero salimos a bailar y nuestro cuerpo se enciende con esa "música"; "es para divertirse" dicen.
Cuanto más irónicos seamos en nuestra casa... más contradictoria se verá nuestra vida, nuestros hijos, nuestra sociedad. 
Pedimos consejos, sólo para parecer cautos, pero hacemos lo que más cómodo resulta; y cuando nos golpeamos,  la culpa es "de todos, porque nadie me dijo nada".

Estamos tan preocupados en cumplir con nuestro apuro que ni siquiera miramos cómo estamos cruzando ni en que color se pone el semáforo...
Andamos por la vida en doble fila; con el auto, en moto, en bici y hasta caminando. Vivimos de apuro en apuro... y si no lo tenemos, nos buscamos uno. La idea es seguir corriendo.
Tener más plata y mejor sueldo, supera el deseo de pasar tiempo con la familia... pero nos creemos "buenos padres" porque le damos todo, menos un "no" (aunque los niños lo pidan a gritos).
Somos superhéroes del hoy y del mañana, de acá y de allá... pero el ídolo de nuestros hijos se ríe por televisión.
La religión parece importar más que las relaciones.  Amamos sentarnos en los templos y calentar bancos pero si nos piden que visitemos a alguien enfermo o anciano... estamos ocupados, seguimos corriendo.