¿Cómo…?

Qué difícil se hace creerle a veces

Qué difícil se vuelve esperarlo…

Qué difícil se hace entender qué es lo que quiere… y creer que siempre es lo mejor… aunque no lo parezca

Cómo cuesta entenderlo… qué difícil es escucharlo a veces

No hay palabras… cuando los hechos parecen ser la cruda verdad de algo que no estás dispuesto a atravesar

Nada parece tener algún sentido en realidad

Todo se vuelve oscuro… y da pánico

No hay verdad que pueda creer

Todas las mentiras se hacen más profundas… cada vez más reales.

Qué difícil…

Cómo cuesta…

Caminar con los pies descalzos… pisando piedras que pinchan cada vez más… cada vez más… cada vez más…

Nada parece aliviar el dolor de la realidad que te toca vivir

Y a veces parece estar tan distante, tan lejos, tan apartado.

Y a veces tan cerca, tan encima…

¿Cómo creerle? ¿Cómo esperar?... cuando las cosas no son como quisiera… como esperaba

No hay palabras…  el silencio parece ser el mejor remedio

Qué difícil…

Crecer

Crecer. 

Empezar a ver la vida desde otra perspectiva. 
Darse cuenta que todo está escrito, que todo ya se dijo... Pero siempre queda algo que yo puedo hacer.
Tener miedo... Y dejar de tenerlo.
Dejar de odiar a las personas. Para comenzar a soltar aquello que alguna vez te lastimó... Te dolió.
Cuidar... Cuidar a los demás... A los que más querés... De ese mismo dolor que sentiste vos. 
Intentar evitar más lágrimas...    

Imposible.

Vivir... Es lo que a cada uno nos toca. 
Es lo único que nadie puede hacer por vos.

Darse cuenta que Siempre... Nunca... Son palabras espantosas.

Hoy se cansó

Se cansó de caminar rápido... pero sin apuro

Se cansó de disimular

Se cansó de que la vida pareciera tan fácil para los demás… menos para él

Se cansó de haberse cansado

Se miró al espejo y no vio más que su propia sombra… casi sin reflejo

Se cansó de no ser el que él quería ser… sino ser sólo para los demás

Se cansó que todos lo miren

Se cansó de las felicitaciones sin sentido

Se cansó de mirar al cielo por los demás

Se cansó de todo… o de casi todo...

Se vio amenazado… se sintió agobiado, atormentado

¿Todos tenían que sonreír? ¿Todos querían sonreír realmente?

¿Cuántas sonrisas son verdaderas?

Era feliz… pero sin ser todo lo que los demás querían que sea

Se cansó de mirarse al espejo y hacer de cuenta que era otro

Hoy se levantó y se vistió de él mismo.

Hoy miró hacia arriba porque él así lo quería

Hoy se vistió de su color más lindo

Hoy volvió a ser él… y sonrió… para él

Multicolor

Una vez pensé que el cielo era rosa de verdad

Una vez creí que era multicolor

Nadie me dijo lo contrario jamás

Era lindo imaginarlo así

Una vez pensé que las aves volaban más allá

Una vez creí que no había nada más acá

Nadie inventó otra historia mejor

Yo siempre lo soñé así

Las nubes comenzaron a cambiar de color

Comencé a darme cuenta que nada lucía como lo soñé

Alguna vez me dijeron que estaba equivocada

Ninguna vez me lo creí...

El cielo siguió siendo rosa de verdad

Y las nubes volvían a pintarse multicolor con cada atardecer

Prefiero seguir pensando así

Las tardes se viven mejor si es con vos.

Verborragia

"La televisión es basura" escucho decir por ahí. Pero si la televisión sobrevive así es porque una sociedad entera la alimenta. 
"¡Cuántos asesinos y golpeadores sueltos!" dicen todos.  Pero seguimos manteniendo con vida el sonido de las bocinas y de las "malas palabras" al instante que algo no sale como planeamos. 
(Y si un niño dice una mala palabra lo retamos, le decimos que no lo diga, que no se puede, que es cosa de grandes...¿Cuándo vamos a entender que más se aprende con el ejemplo que con la palabra?) 
No podemos convivir ni siquiera con nosotros mismos. Ni con nuestra propia violencia. Nos aburre cómo somos... pero seguimos alimentando esa rutina porque "todos lo hacen".
Nos quejamos de las canciones con letras humillantes o verborrágicamente groseras. Pero salimos a bailar y nuestro cuerpo se enciende con esa "música"; "es para divertirse" dicen.
Cuanto más irónicos seamos en nuestra casa... más contradictoria se verá nuestra vida, nuestros hijos, nuestra sociedad. 
Pedimos consejos, sólo para parecer cautos, pero hacemos lo que más cómodo resulta; y cuando nos golpeamos,  la culpa es "de todos, porque nadie me dijo nada".
Estamos tan preocupados en cumplir con nuestro apuro que ni siquiera miramos cómo estamos cruzando ni en que color se pone el semáforo...
Andamos por la vida en doble fila; con el auto, en moto, en bici y hasta caminando. Vivimos de apuro en apuro... y si no lo tenemos, nos buscamos uno. La idea es seguir corriendo.
Tener más plata y mejor sueldo, supera el deseo de pasar tiempo con la familia... pero nos creemos "buenos padres" porque le damos todo, menos un "no" (aunque los niños lo pidan a gritos).
Somos superhéroes del hoy y del mañana, de acá y de allá... pero el ídolo de nuestros hijos se ríe por televisión.
La religión parece importar más que las relaciones.  Amamos sentarnos en los templos y calentar bancos pero si nos piden que visitemos a alguien enfermo o anciano... estamos ocupados, seguimos corriendo.

Personita

Yo sé que “integrarte” es hacerte parte de un sistema que no te comprende.

Yo sé que “incluirte” es intentar que los demás entiendan que, por mirar diferente, no sos extraño. Ellos te hacen extraño, porque no te entienden.

Yo sé que “insertarte” en un mundo donde todos deben cumplir el mismo formato… es hasta desagradable para una personita como vos, que sabe interesarse por lo profundo.

Yo sé que este planeta no te entiende, no te integra, no te incluye… y ya no pasa porque seas diferente, sino porque te ven como el “raro”, el que molesta porque no piensa ni actúa igual que todos.

Yo sé que todo eso... es lo que más difícil hace que comprendas a la gente de este mundo…

Los complicados son ellos.

Si simplemente te miraran diferente... dejarías de ser el "raro"... para ser ese  niño feliz que sonríe siempre que su corazón le hace reír.

...recordé?

Hace un par de días me di cuenta cuánto toleré. Cuántas cosas aguanté

¿por ignorancia?¿por miedo?¿por dolor?

Hace poco me encontré conmigo misma, con el dolor que alguna vez sentí.

¿recordé?¿descubrí?

Hace no mucho… me vuelvo a preguntar ¿por qué? Una y otra vez…

Vos me enseñaste lo que es el amor de un padre… no sé si tarde… pero llegó ese sentimiento indescriptible por fin.

Habiendo tantos… justo me tocó a mí… y me vuelvo a preguntar ¿por qué?

Vos no explicas muchas razones… sólo sabés abrazar… fuerte.

Me estuve descubriendo a mí misma. El inmenso temor que puedo llegar a sentir.

Transpiración… imposibilidad de cerrar los ojos y descansar…

Temor ¿a qué? Si supiera… lo evitaría. Sólo duele… a veces.