4.8.22

Crianza


¿Quién dijo que era fácil?


Cada día implica un desafío diferente
Cada niño tiene su propio carácter...
Con lo cual, cada palabra que diga va a ser tomada de diferente manera conforme a quien la escuche, a quien se la dirija, la forma en que la pronuncie, etc. 


De igual modo, es un privilegio poder criar a mis hijos en este mundo desconcertante, que corre a mil por horas, que no te deja abrir los ojos sin ponerte una pantalla en frente, una preocupación a la mano, una incertidumbre como compañera de viaje.


Claro que es difícil. Criar es difícil.
Porque amar a dos criaturas, enseñarles lo correcto sin darles todo lo que piden sino solo lo que creo que necesitan o les hace bien… nada de eso es fácil.
Corregirlos, abrazarlos aún cuando hayan hecho algo mal o estén en medio de un capricho intenso; ser su ancla segura, ser su mayor referente, ser su lectora oficial nocturna y su compañía incansable… nada de eso es fácil. 


Pero al final del día, cuando sus manos te abrazan y te dan besos babosos y calurosos, te das cuenta que todo el esfuerzo del día (incluso cada error cometido) valió la pena.


28.7.22

Poco

Con poco para dar. Con mucho menos de lo que pensé poder dar alguna vez, así me presenté. 

No sabía cómo mirar. No sabía cómo hablar. No sabía ni siquiera caminar. 

Me sentí varada, parada en medio de la nada, haciendo menos de lo que alguna vez pensé o creí poder hacer. 

Lodo y más lodo iba cubriendo mis pies. 

Sin pasos para dar. 

Sin caminos por recorrer. 

Te miré. 


Y ¿sabes qué? Jamás me sentí más amada. Jamás me sentí más cuidada. 


Eso fue Gracia. Simplemente Gracia

Descanso

Hoy me senté en el piso del baño sin tener más fuerzas mientras mi niño más pequeño estaba jugando en la bañera. 

Si eres madre, estoy segura que alguna vez te pasó y probablemente me entiendas. O recuerdes momentos similares y te rías conmigo, porque una vez que pasó, Dios cumple su promesa de renovar nuestras fuerzas y levantarnos como águilas ¿verdad? Porque seguimos amando y cuidando de nuestros niños a pesar de nuestro cansancio. 

Si no eres madre, puedes recordar infinidad de momentos en los que sentiste un cansancio profundo y no podías descansar porque había que seguir trabajando, estudiando, o lo que fuere que hagas. 

Podemos descansar, sí… podemos tener un tiempo a solas, un tiempo con amigas, un tiempo con nuestro marido… pero si no buscamos el descanso en nuestro Señor, todo lo demás es “cotillón”, solo adorna nuestro descanso, solo nos hace creer descansadas pero en realidad solo es tiempo libre. 

Hoy también escuché esto que te acabo de compartir y me di cuenta de algo: ¡qué cierto que es! Solemos buscar descanso, paz, tranquilidad, en lugares pasajeros, en sitios donde solo estaremos distrayéndonos o quizá incluso despejando nuestra mente un poco de tiempo, “tomando aire”, pero seguimos sin encontrar el descanso que la Palabra De Dios nos promete. 


¿Por qué nos cuesta tanto descansar verdaderamente si parece ser “tan fácil” conseguirlo? No hay ninguna fórmula mágica, no hay nada extraordinario que tengamos que hacer, no hay una lista que cumplir para hallar descanso. Cristo simplemente dice “vengan a mí”. 

Yo me preguntaría ¿qué pasa en mi corazón y en mi mente que no puedo aquietarme e ir al Padre? 

Recuerdo siempre la historia de Maria y Marta cuando vieron que estaba Jesús con ellas. Solo María supo qué hacer. Ambas querían estar con Él, solo que Marta pensaba que la mejor manera era sirviéndole, sin parar un segundo. En cambio María entendió que lo más importante era mirarlo y escucharlo. 


Marta fue quien dejó entrar a Jesús a su casa. Ella fue quien lo hospedó. Muchas veces hacemos eso. Lo “recibimos” y comenzamos a servirlo. Pero no nos damos cuenta que debemos detenernos y mirarlo, escucharlo. Deleitarnos en Él y descansar. 


Dejemos de hacer cosas. Detengámonos un momento y miremos a Cristo. 

Descansemos en Él y dejemos de buscar descanso en otras cosas que son sólo pasajeras. 

Respiremos profundo, y como niñas, dejémonos caer en los brazos de nuestro Padre Celestial, dejemos que Él nos arrope y nos arrulle, dándonos ese descanso, ese reposo, que sólo en Él podemos hallar. 

Piensa un segundo en lo hermoso que puede ser descansar verdaderamente en los brazos del Padre y disponte a hacerlo. 

Dios hará el resto. 

Nosotras vamos a El y Él es quien nos da el descanso. 


5.1.22

Temo

 


Tengo miedo. 

Tengo miedo de que crezcas y yo haya fallado mucho más de lo que hubiera querido hacerlo 

Tengo miedo de no veas todo lo que hubiera querido mostrarte 

Tengo miedo de no enseñarte todo lo que quisiera que aprendas


El tiempo vuela. Y cada día vuela más alto, más rápido… “a toda velocidad” dirías vos. Y yo te miro y te creo. Porque vos también parecés volar. Y yo me quedo atrás. 


Ojalá no fuera así. 

Ojalá pudiera volar contigo. 

Pero sé que llegará un día que no lo voy a poder evitar. Y tal vez para ese tiempo ya se va preparando mi corazón. 

Pero cómo duele. 


Dios quiera que tu vuelo sea alto y dulce. Que no mires atrás con angustia. Sino con alegría, con emoción por todo lo que alguna vez viviste. 


Dios quiera que tus alas te lleven a donde quieras ir y que tu vuelo sea guiado siempre por tu Creador. Porque Él será quien siempre renueve tus fuerzas y te sostenga con firmeza en cada tormenta, en cada viento fuerte. 


Tengo miedo y no creo que deje de tenerlo. 

Porque disfruto verte crecer pero temo que esté siendo demasiado rápido. 

Temo no disfrutarte lo suficiente. 

Temo no hacerte reír hasta llorar. 

Temo no jugar con vos hasta cansarnos. 

30.12.21

Extranjera

 



Sensación de miedo, dolor

Angustia y  desesperación

Sentirse extraño, sentirse … nada


Extranjero, diferente

Angustia frente a lo nuevo 

Sensación de no saber hablar

De necesitar volver a empezar


Sensación de miedo y dolor

 Nudos en la garganta por doquier

Ojos borrosos sin poder soltar una lágrima 

pero sin tampoco poder ver 


¿Dónde estás? 

No te encuentro 

Sí, me habías dicho que no intente encajar

Este mundo no está hecho para mí 


Intento mirar hacia los dos lados 

Miro pero no te encuentro

Fui yo la que caminó muy rápido 

La que se alejó intentando encajar


¿Y ahora qué?

El punto no es mirar hacia los costados 

Mirar para arriba sería la mejor opción 

Porque nunca te fuiste 


…¿y ahora qué?

La angustia y el dolor siguen estando


Es cierto que se me olvidó cómo era caminar


Parezco un bebé 

Prefiero gatear, apoyando bien fuerte mis manos en el piso 

(Lo único que parece darme seguridad)


Yo sé que no es así

Pero hoy no veo nada más

Sigo sin ver el camino que hay delante

Sigo sin saber cómo encontrarte

Sigo siendo extranjera, diferente, 

Sigo siendo extraña

Todo sigue siendo ajeno 

No he logrado encajar 


10.3.18

Anoche

Anoche volvimos a hablar, volvimos a mirarnos a los ojos.
Me encontré otra vez con tu sonrisa. Recordé tu hermosa carcajada.
Y después lloré. Lloré. Y lloré.
Porque solo era un sueño.
Porque de repente volví a perderte.

Anoche soñé con vos. Anoche volví a encontrarte

Vi tu tristeza por sentirte sola a veces. Vi tu tristeza por mirarnos desde la ventana jugar sin que pasemos si quiera a saludarte.

Vi tu alegría por ver nuestras sonrisas. Vi tu felicidad al compartir una comida con nosotros. Vi tu felicidad de ojos verdes y tu cuidado constante a nuestros cuerpos pequeños.

Y después lloré. Lloré. Y lloré.
Porque hubiera querido verte más tiempo. Porque hubiera deseado abrazarte otra vez. Porque recordé lo hermoso que se sentía tenerte tan cerca. Porque descubrí que solo era un sueño.

Anoche te vi. Te amé. Te disfruté. Jugué con vos. Nos reímos juntas. Nos miramos a los ojos con esas miradas conectadas por lo eterno.
Caminamos, tomamos un helado, nos abrazamos.

Y después lloré. Lloré. Y lloré.
Porque solo era un sueño.
Porque todo se desvaneció muy rápido. Porque tu abrazo cálido se esfumó muy pronto.

Pero todo fue tan real que me quedo con esa verdad.
Anoche fuiste abuela otra vez.
Anoche soñé con vos. Anoche volví a encontrarte.

14.3.17

Hoy me relajé

Hoy me relajé
Hoy no miré hacia el piso para ponerme a barrer.
Hoy no miré hacia arriba más que para contemplar el cielo celeste.
Hoy no usé mis manos más que para abrazar y disfrutar de unos buenos mates.
Hoy me relajé
Hoy mire para adentro e intenté mirar sólo eso que me gusta, que me hace reír.
Hoy descansé
Hoy disfruté de tener personas que me aman y me dicen "te entiendo";"te quiero".

Hoy me relajé.
Hoy no miré mi casa más que para agradecer el lugar que Dios me dio para vivir, para seguir adelante, para amar.
Hoy no usé productos de limpieza. No me ensucié las manos.
Hoy caminé descalza aunque los pies me queden negros por hacerlo.
Hoy me reí de olvidarme de hacer algunas cosas.
Hoy no compré nada. Aunque sí hubo dos sonrisas que me compraron a mí.
Hoy me relajé.

21.1.17

Amor de tres

Te metiste en nuestras vidas. Arrasaste con todo lo que éramos. Cambiaste por completo cada momento, cada rincón, cada espacio. Nuestros pensamientos ya no incluyen sólo dos; ahora vivimos por tres.
No hay un rincón vacío. No hay un día que no tenga escrito tu nombre. No hay sueños que no te incluyan. No hay noches que no escuche tu voz, tu respiración. Todo cambió. De un día para el otro entraste vos, como si nada. Y nos cambiaste por completo.
Mis brazos, mi espalda, mi cuerpo ya no es el mismo. Mi corazón ahora tiene menos espacio. Está cada día más lleno de amor.
Nuestros días ya no son lo que eran. Nos miramos a los ojos y siempre estás vos, en medio.

Amo este amor de tres. Y aunque no sea el mismo amor, los amo a los dos de manera indescriptible.