Lo entendí.
Algunas veces me pasó.
Muchas intenté ser eso que no era. Hablar como otros
hablaban. Pensar lo que otros pensaban. Sonreír cuando la sonrisa de otro se
encendía.
Si. También me pasó.
Quise parecer otra persona. Quise hacer de cuenta que todo
estaba bien mientras todo se prendía fuego adentro mío.
Las sonrisas ya me las sabía de memoria. Sabía imitar muy
bien las miradas y los gestos que otros esperaban en mí.
Pero ya no.
Ya no va más.
Dejó de funcionar.
Ya lo entendí.
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